Mi primera vez en una expo de vinos

“Siempre hay una primera vez para todo”, suelen decir por ahí. Y la hay. El viernes, tuve el privilegio de ver invitada a una exposición de vinos por primera vez en mi vida.

La Rural y su 12ª edición de “Vinos y Bodegas” fue quien nos recibió a dos amigo (Pato y Cami), mi novio Ezequiel y quien les escribe. Ninguno de los 4 era muy idóneo en el tema vitivinícola, pero eso no fue impedimento alguno para el desarrollo de una noche espléndida. Para todos fue nuestra primera vez en una expo de vinos.

Mi primera vez en una expo de vinos - Vinos y Bodegas 2012

¿Cómo encarar la inmensidad de una Rural colmadísima de gente?, era la pregunta. ¿Por dónde empezar? Nosotros atacamos el sector de los aceites de Oliva y probamos prácticamente todos y cada uno de ellos. El más elogiado fue, sin lugar a dudas, el Zuelo Intenso, de Familia Zuccardi.

Y encaramos a los vinos. Al fin y al cabo, la exposición se llamaba “Vinos y Bodegas” y no “Aceites y Olivos”. Estábamos como medio perdidos en un principio. Si no tenés mucha experiencia en este tipo de eventos, como a nosotros nos sucedía, puede ser muy difícil hacerte un espacio y elegir qué bodegas probar y cuáles no.

Después de varias vueltas, nos encontramos con el stand de EnoGarage. Aplausos y ovación. Su idea era magnífica para “los más perdidos de la expo”: cada hora y media, hacían una degustación de 3 vinos y un sommelier se encargaba de explicarte un poco de que trataba cada uno. Una propuesta más que interesante, comparado con todo lo que se veía por la expo. Ahí fue donde coronamos a la vedette de la noche: el espumoso de Las Perdices sin degollar. Quedamos absolutamente enamorados los 4.

Para mí, merece una especial mención el Leo Torrontés 2012 de Casa Bianchi. Lo definiría como un “vino de minita”, pero temo que Messi se sienta ofendido. En mi opinión, simplemente delicioso.

La verdad, ir a una expo es algo que recomiendo. Es toda una nueva experiencia. A pesar de que la gama de vino no era tan alta, pudimos disfrutar de una hermosa noche. Lo que en verdad es recomendable hacer de vez en cuando, sobre todo los más sabios en la materia, es ir con gente que no sepa mucho. Puede ser en extremo divertido. El viernes, por ejemplo, escuche a alguien sentir en el Laborum Tannat 2007 olor a cueva. Y sí, es lo que los más viníferos llamarían “humedad y rocas”. Pero quitarle la seriedad y decir que un vino tiene olor a cueva, es muchísimo más divertido.

Esta fue mi primera vez en una expo de vinos


Mi primera vez en una expo de vinos - Vinos y Bodegas 2012